El objetivo
Un renombrado chocolatero francés quería llevar a 60 empleados y clientes pasteleros a un viaje al corazón del país de producción de chocolate artesanal: Perú. La experiencia, única en la vida, pretendía reforzar el orgullo de los empleados de la empresa, fidelizar a los clientes de empresa a empresa y crear camaradería entre todos los participantes.